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domingo, 24 de noviembre de 2013

Primates

Nosotros somos Primates.

Es un hecho empírico. Está en nuestra biología. Somos Primates. Es así.

Es algo demostrable. Demostrable desde muchísimos puntos de vista.

Anatómicamente cumplimos todos los requisitos para ser clasificados en el Orden Primates. Tenemos cinco dedos en cada extremidad, y el pulgar de las manos oponible; somos plantígrados; tenemos escafoides, semilunar y piramidal; tenemos uñas en lugar de garras; nuestras órbitas oculares están rodeadas de hueso; tenemos hemisferios cerebrales bien desarrollados; y también mantenemos el patrón dental 2-1-2-3.

Sencillo árbol evolutivo de los Primates
Desde el punto de vista evolutivo, no podemos ser otra cosa que Primates, ya que de otro modo, caeríamos en un polifiletismo. Nuestros antepasados eran Primates, Homínidos, y nuestros parientes cercanos también lo son. Tenemos, los homínidos, antepasados comunes con otros Primates como los Cercopitécidos o los Hilobátidos, siendo todos, modernos y antepasados comunes, Catarrinos. Y todos éstos también tienen antepasados comunes con los Platirrinos. Somos Haplorrinos. Somos Primates.

El aspecto evolutivo viene perfectamente demostrado por el aspecto genético. Genéticamente también somos Primates. Compartimos más genoma con el chimpancé o el gorila que cualquiera de nosotros (gorilas, chimpancés o humanos) con el orangután. Y cualesquiera de este grupo —incluyendo orangutanes— se parecen más entre sí que a los babuinos. Y aún así, babuínos y humanos compartimos más genoma que cualquiera de ellos con un lemur. Y por supuesto, los humanos compartimos mucho más genoma con cualquier otro Primate, que cualquier Primate, humano o no, con elefantes, avestruces, saltamontes o lechugas. Es un hecho que somos Animales, es un hecho que somos Cordados, es un hecho también que somos Mamíferos, y por supuesto, somos Primates.

¿El paraíso?
Hay mucha gente que cree que esto no es así. Y poco importa lo que crean o no. Es una realidad empírica, y sus creencias no van a cambiar eso. Hay mucha gente que cree que no tenemos antepasados comunes con chimpancés, gibones, macacos o társidos, y también con el resto de animales. Mucha más de la que cabe esperar. Hay muchísima gente que cree que un ser ultrapoderoso nos ha creado así, tal cual (y con más precisión, blancos, rubios, y con ojos azules, de 10 metros de altura e inmortales; puedo aportar referencias) en un paraíso del cual fuimos después expulsados... Que creen que el ser humano sólo tiene el origen en una pareja original. Y muchos se escudan en que «la evolución es tan solo una teoría»...

« Lo que es verdad, es una teoría, es bueno que lo digan. Pienso si opinarán lo mismo... sobre la teoría de la gravedad. Y podrán irse flotando a tomar por culo» (Tim Minchin).
Sin embargo, que sea una teoría no significa que no sea cierto. En primer lugar, porque como ya sabemos, la teoría es la explicación más coherente, válida y exacta que tenemos para un evento dado, y por tanto, y en segundo lugar, la evolución no es tan solo una teoría, sino que también es un evento natural, un hecho empírico demostrado, tan cierto como que la Luna gira en órbita de la Tierra, y tan cierto como que...
«Si suelto un martillo en un planeta con gravedad positiva, no necesito verlo caer para saber que en efecto ha caído» (Cmdt. Spock).
Por todo esto, yo les digo a esas personas que no creen en la evolución, que nadie debería decirles qué creer. Yo tampoco creo en la evolución. Existen evidencias empíricas suficientes que la demuestran, que no es necesario creer en ella. Sabemos que es cierta. Sabemos que es real. Es un hecho empírico.

Y por ello, me siento orgulloso de ser un Primate. Porque el parentesco evolutivo deja su huella.

¡Feliz Día del Orgullo Primate!



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lunes, 18 de noviembre de 2013

Organismos transgénicos: Meditando fuera del recipiente (y 3)

Continuación de los artículos «Organismos transgénicos»: 

«¿... u organismos genéticamente modificados?» (1)

«¿Los buenos o los malos?» (2)


Pero es que las multinacionales, las patentes...

Las multinacionales nada. Ese tema se sale tangencialmente del debate sobre organismos transgénicos. 

(Qué aprendemos hoy)
Igual que existen registros en organismos transgénicos (el maíz BT, por ejemplo, es propiedad de Monsanto, al menos, de momento), también existen en organismos no transgénicos (el guisante de la variedad Rondo también es de Monsanto). 

Y desde el otro lado, igual que existen variedades no transgénicas libres de registro, también existen organismos transgénicos libres de patentes. Sin ir más lejos, el que he mencionado ahí arriba, el famoso arroz dorado, es un organismo transgénico completamente libre.

Además, las patentes tienen caducidad. Después de varios años, la patente caduca y el organismo patentado pasa a ser, igualmente, libre. 

Como vemos, el tema de las patentes y los monopolios de las multinacionales es un debate tangencial. La persona que se posiciona en contra de los OT por el motivo de las patentes y las multinacionales, igualmente debería posicionarse en contra de los ordenadores, de los medicamentos, de la fibra óptica, de la luz, el agua, el gas... y hasta hace no muchos años, de la telefonía móvil o de internet. En todos los campos hay multinacionales, monopolios y patentes. Pero estar en contra de ellas no te posiciona en contra de esos campos.

Pero es que eso no es natural ni ecológico, porque la verdadera agricultura ecológica...

Para culminar, vamos a ver que la agricultura mal llamada ecológica y los organismos transgénicos NO son dos caras de una moneda; de hecho ni siquiera son cosas comparables. 

Ya hemos visto lo que son los organismos transgénicos. Así que ahora vamos a definir lo que llaman «agricultura ecológica», también mal llamada «biológica» u «orgánica».
Se trata de un sistema agrícola que se basa en la no utilización de productos de origen artificial. Se aprovechan los beneficios conocidos de la rotación de cultivos, y se utilizan productos naturales como fertilizantes, plaguicidas o como sistemas de control.

Entre los fertilizantes utilizados se incluyen principalmente productos de compostaje vegetal y estiércol de animales —lo que puede llevar a un aporte extra de bacterias como Escherichia coli, que según las circunstancias, y si el producto no se limpia adecuadamente, puede dar lugar a intoxicaciones—.

Entre los sistemas de control, predomina el uso de enemigos naturales de los posibles patógenos y plagas. El problema de este uso, es que puede alterar el equilibrio natural de depredador - presa de los ecosistemas cercanos, y además, si se usan especies foráneas, pueden dar lugar a invasiones biológicas.

Bacillus thuringienis, algunas de las
bacterias tienen su espora formada.
(Agrorganics)
Entre los plaguicidas, destaca el uso del agua de ortigas, el ajo, o el llamado BT, que no es más que las esporas de Bacillus thuringiensis, que fabrican la toxina Cry, de la que hemos hablado en el primer capítulo. De ellos, éste último es el más eficaz contra los insectos, pero puede extenderse a los ecosistemas cercanos alterando la microfauna.

Como veis, no tiene nada que ver con los organismos transgénicos, ni para bien ni para mal. La agricultura «ecológica» es un sistema agrícola, y el organismo transgénico es un tipo de organismo. 

Es curioso, porque la normativa de los cultivos «ecológicos» no permiten el uso de organismos genéticamente modificados. Así que, por lo que sabemos, y tal como fue definido en el primer capítulo, muy pocas cositas podrían ser cultivadas con estas técnicas. Lamentablemente se refieren únicamente a organismos transgénicos. Y es una pena, porque sin esa absurda norma, se podrían hacer, sin ningún problema, cultivos ecológicos de organismos transgénicos. Porque al organismo transgénico puedes cultivarlo como quieras, y en un cultivo ecológico podrías, virtualmente, cultivar lo que quieras.

Y de hecho sería más fácil el cultivo ecológico de organismos transgénicos. Parte del trabajo te lo podría hacer la propia planta.

En resumen a esto: no es correcta la comparación entre organismos transgénicos y productos «ecológicos», porque se refiere a cosas diferentes. 

Pero ¿por qué entrecomillas la agricultura «ecológica» y dices que está mal llamada?

Satán Mulet. (El Pais)
Porque la agricultura no puede ser ecológica. Nunca. Agricultura es contrario de ecología. Esto lo explica muy bien J. M. Mulet aquí, también habitualmente lo hacía en su antiguo blog, y seguramente, también lo haga en su nuevo blog Tomates con Genes.

También la denominación de «orgánica» es incorrecta. Por definición, orgánico es aquello cuya estructura molecular está basada principalmente en el carbono. También es definición de «orgánico» aquello que hace referencia al órgano, aunque en este caso no es aplicable.

Exceptuando la sal, el agua, y alguna cosilla más que son inorgánicos, todo lo que comemos, todo es orgánico. 

Llamarlo «biológico» también es incorrecto. Porque «biológico» es aquello que se refiere a la biología, como ciencia o como conjunto de organismos vivos. Y sea como sea, ese estilo de agricultura tampoco encaja. Hasta donde sabemos, todo lo que comemos, de nuevo, salvo la sal, el agua y alguna cosilla mas, tiene una base biológica. 

¿Entonces cuál sería la terminología correcta para ese estilo de agricultura? Yo no lo sé.

Pero... es que el etiquetado...

Como hemos dicho, en España de momento, y lamentablemente, no se permite el uso de OT para la alimentación humana. Sin embargo, sobre todo donde sí que lo es, y obviamente de cara a si se permite aquí, mucha gente dice que debería aparecer en las etiquetas de los alimentos, si éstos tienen un origen transgénico. ¿Por qué? Dicen ellos que porque tienen derecho a decidir. 

Y yo estoy de acuerdo.

Pero si tuviera que aparecer eso en el etiquetado, también debería aparecer cualquier otro origen, ¿no? Que aparezca la variedad de cultivo que han usado, y cómo se ha creado esa variedad, que indiquen también cómo se ha cultivado, qué pesticidas han utilizado... ¿no? 

LOL
Y no solo eso. Antes de poner a la ligera que algo está compuesto en parte por organismos transgénicos, es necesario que la gente conozca lo que eso significa, que sepan la verdad. Lo que implicaría una correcta divulgación sobre lo que realmente son los organismos transgénicos y eliminar todas las tonterías de los antitransgénicos.

No me opongo al etiquetado, pero bajo unas condiciones lógicas... y etiquetarlo todo es un poco absurdo. Considero que hay cosas más importantes que etiquetar.

Fin.


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viernes, 15 de noviembre de 2013

¿Nos habla la naturaleza?

Probablemente sí. Otra cosa es que nosotros sepamos escucharla. Pero con esto me refiero a comprender y aprender las diferentes leyes naturales, que la propia naturaleza nos enseña en función de las evidencias empíricas que nos da, y no a lo que se refiere el artículo del que voy a hablar.

El artículo se titula, así, a voz en grito, «LA NATURALEZA NOS HABLA... sólo hay que saber escuchar....» (sic.) y pertenece a un blog llamado «Luz Arcoiris».

En él nos indican varias observaciones bastantes curiosas, que se resumen en la antigua hipótesis del signo o de la señal. Vamos a ver algunos ejemplos de los que nos da.
«La Zanahoria se parece a los ojos. La pupila, el iris y las líneas de alrededor se ven con la misma disposición. Alimentarnos con zanahorias,fortalece y sana la visión.»
¿A qué se parece esta zanahoria?
Bueno, eso depende de por dónde mires la zanahoria. Si observas la zanahoria en un corte transversal, sí, tal vez se parece a un iris y una pupila, o tal vez a un hueso. Pero sin embargo, si miras la zanahoria desde fuera podría parecerse a cualquier otra cosa.

Por otro lado hay más cosas que tienen forma de iris y pupila. Una raíz muy similar a la zanahoria es la de la cicuta; si haces un corte transversal, su aspecto es muy semejante. Y no estaría yo muy seguro de recomendar cicuta para mejorar la vista.

Veamos más.
«Los tallos del Apio, se presentan como el radio y el cúbito humano y son una fuente de calcio indispensable para nuestros huesos.»
Esa visión es bastante subjetiva, de nuevo. ¿Por qué humanos? No veo que se parezcan al cúbito y radio de una rata, y tiene el mismo efecto sobre ellas. Además la cantidad de calcio que presenta el apio es de 40mg por cada 100g, menos que, por ejemplo, la endivia (52mg), la escarola (54mg), el puerro (59mg),  mucho menos de las famosas espinacas (99mg), y nada que ver con el ajo (181mg); y no veo ningún parecido entre esos alimentos y los huesos. También una zanahoria puede parecerse a un hueso, y contiene menos calcio que el propio apio (33mg).

«Las Nueces semejan al cerebro, y son la mejor fuente de Omega 3, Omega 6 y Omega 9, tan necesarios para el buen funcionemiento del mismo.»
Clásico entre los clásicos. Aún intento descubrir cuál es el parecido entre un cerebro y un salmón.

«Los Higos se parecen a los órganos sexuales, tanto masculinos, como femeninos, (vagina y testículos), y ayudan a la fertilidad. Contienen Vitamina B6, la cual es la responsable de la serotonina, la hormona de la felicidad.. Como se puede ver, todo está muy relacionado.»
Aquí nos encontramos con lo mismo... ¿Tiene también forma de testículo o de vagina el arándano, que tiene la misma cantidad de vit.B6 que el higo (0,11mg / 100g)?
¿Qué pasa con la chirimoya (0,3mg)? ¿Podríamos decir que tiene forma de testículo? ¿O su interior forma de vagina? ¿Sirve también esta regla para hacer curiosas rimas? Porque la chirimoya podría ser buena para...

¿El plátano (0,4mg)? No, el plátano tiene una forma que no recuerda especialmente a los testículos, ¿verdad?


Hablando del plátano, la entrada también menciona algo...
«Observando al Banano, uno reconoce inmediatamente el alto grado de ERGONOMIA en la fruta. Es maravilloso ver cómo casa perfectamente en la mano humana cuando está semi cerrada para tomar la fruta, tal como se muestra en la imagen, asi: El banano tiene por un lado 3 lineas abultadas que casan con las 3 lineas convexas en el dedo indice, y tiene dos lineas abultadas al otro lado que casan con las dos que se forman con el resto de la mano hasta el pulgar. Los bananos son la fruta que mas POTASIO tiene, y se sabe que el Potasio es necesario para tener buenas articulaciones, evitando que se solidifiquen y degeneren… y qué parte de nuestro cuerpo tiene la mayor cantidad de articulaciones ? … LA MANO !!» (sic.)
No parece muy ergonómico...
Bien. En primer lugar, debe de ser bastante triste descubrir hasta qué grado puede el autor estar errado cuando se de cuenta de que el plátano o banano tal y como lo conocemos es producto de una serie de modificaciones producidas por selecciones e hibridaciones desde hace varios miles de años, y que la verdadera banana silvestre es bien distinta, y no encaja ni de lejos con una forma ergonómica, además de que la cantidad de taninos que presenta es tan alta que como alimento es bastante pobre.

Por otro lado, dice que «Los bananos son la fruta que mas POTASIO tiene» (sic.); el potasio que tiene el plátano ronda los 358mg por cada 100g, mientras que las nueces —recordemos, buenas para el cerebro por tener forma de cerebro— tienen 441mg. Es decir, que algo con forma de cerebro es mejor para las articulaciones que algo que, tras ser profundamente modificado, tiene una forma ergonómica para encajar bien entre un grupo de articulaciones concreta, que tampoco es la que más tiene; El pie lo iguala.

Otro producto que tiene más potasio aún es el aguacate (485mg), que no veo que se parezca a nada que se asemeje de lejos a una articulación, ni tiene ninguna ergonomía para ellas.

Hay más. Los cítricos para las glándulas mamarias, las fresas para los dientes, la papaya para el intestino, o, agarráos los higos, la guanábana, que al parecerse a una muestra de eritrocitos de ave teñidas mediante la técnica del azul de metileno, son buenas para las células (¿?) y ¡¡ayudan a curar el cáncer!!
La guanábana y su parecido con las
células sanguíneas de ave teñidas
mediante la técnica del azul de
metileno son un claro ejemplo
de la lucha contra el cáncer.

Todas estas sandeces pertenecen al renacimiento de la hipótesis del signo por parte de ciertos sectores, llamémoslos New Age; hipótesis que es obviamente falsa. ¿Por qué? Por varios motivos.


  1. La composición de metabolitos secundarios de una planta o de algunas de sus partes no influye de manera alguna en la forma de la misma.
  2. El aspecto de las plantas viene definido por una historia evolutiva que se separó del ser humano hace varios miles de millones de años
  3. Las similitudes morfológicas de las plantas con los órganos son siempre subjetivas; donde tú ves un ojo en la zanahoria, yo puedo ver una sección transversal de un hueso.
  4. La naturaleza se rige por leyes matemáticas complejas y establecidas, y es natural que algunas estructuras naturales adquieran la forma de otras distintas sin tener nada que ver unas con otras, generando una simple casualidad. Una celdilla de un panal, una estrella de nieve y un cristal de aragonito son todos de simetría hexagonal, y nada tienen que ver los unos con los otros. La concha de un Nautilus, la disposición de una tormenta y los brazos de una galaxia espiral son muy semejantes, y no existe relación directa de unos a otros.
  5. Todos los parecidos se deducen a posteriori de conocer —o presumir conocer— las propiedades. Nadie dice que la raíz de la cicuta se parece a un ojo, pese a ser igual en morfología que la de la zanahoria.
  6. Casi todas las similitudes de la hipótesis del signo están formuladas desde una perspectiva puramente antropocéntrica; la nuez no tiene forma de cerebro de un reptil o de un roedor, y sin embargo, en un canario o en un hámster tiene el mismo efecto que en nosotros.
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lunes, 11 de noviembre de 2013

Organismos transgénicos: ¿Los buenos o los malos? (2)

Continuación del artículo «Organismos transgénicos: ¿... u organismos genéticamente modificados?»

Pero los organismos transgénicos son malos, ¿no?

Depende.

Por un lado, que algo sea bueno o malo depende únicamente del punto de vista; el bien y el mal son conceptos puramente subjetivos. Vamos a definir, en este caso particular, que malo es aquello que perjudica a la salud, y bueno aquello que en las dosis normales, es saludable. Tenemos siempre que recordar que el veneno lo hace la dosis, y que diez gramos de mentol, por ejemplo, son extremadamente tóxicos. Hablaremos siempre de una dosificación normal.

Si yo aíslo los genes que producen las enzimas que se encargan de la síntesis de la (2S)-2-propilpiperidina, también llamada coniína o cicutina—un alcaloide neurotóxico que podemos encontrar en la cicuta— y se los introduzco en la parte del genoma que se expresa en el fruto del tomate, sin duda alguna las células de ese tomate fabricarán esas enzimas, y si presentan el sustrato químico adecuado,  esas enzimas se encargarán de fabricar el alcaloide en cuestión.
(2S)-2-propilpiperidina. (wikipedia)

Tendremos un tomate que fabrica la principal toxina de la cicuta. Una joya. Depende de la cantidad de coniína que fabrique nuestro tomate, si una persona se lo comiera, como mínimo sufriría una intoxicación, y probablemente moriría. Además, el sabor del tomate cambiaría. 

Sin embargo, nada hay de negativo que un arroz presente vitamina A. Como siempre, depende de la cantidad que fabrique, obviamente. Pero si la síntesis fuera, por poner un ejemplo, del 20% de la cantidad diaria recomendada de vitamina A por cada 100 gramos de arroz seco, entonces estamos ante todo un lujo de la nutrición. Un alimento que cubre una necesidad bastante interesante.

También me gustaría que algún diabético opinara sobre lo buena o mala que es la insulina de origen transgénica. Antes de que existiera, se utilizaba insulina de cerdo.

Además, todos los OT deben superar una serie de controles de calidad y de seguridad que son muy estrictos. Si un OT no supera esos controles, no puede salir al mercado. Se quedará en el laboratorio, y probablemente se utilizará para buscar en qué ha fallado y de qué modo se puede mejorar, y también para evitar que los siguientes productos también fallen. De modo que tan solo aquellos OT que superan los pertinentes controles de seguridad y calidad son los que salen al mercado, los que —en función de las normativas vigentes— se pueden cultivar y consumir.

Un producto de origen transgénico.
Si no los queréis, las donaciones
están arriba a la izquierda.
Hablando de normativas vigentes. En España no se permite el uso de OT para el consumo humano (aunque yo aún no me explico por qué motivo). Sin embargo, sí que se permite como alimento para el ganado, para uso médico, y para otros curiosos usos como el de la fabricación de los billetes de la moneda Euro. Así es, todos los billetes de Euro llevan en su composición algodón transgénico.

Si queréis más información sobre el asunto del uso de organismos transgénicos y su seguridad alimentaria, os enlazo esta tabla, sacada del blog 1/4 de ambiente.

Pero los OT producen daño al medio ambiente

Este es otro mito. 

En primer lugar, toda la agricultura, sea la que sea, produce un daño medioambiental. Puede ser mayor o menor, pero siempre hay un daño. Eso es de cajón. La agricultura no puede ser ecológica (como dije, ya hablaremos de esto). Lo que sí que puede hacerse es buscar un método que provoque el menor daño posible. Pero eso no depende del producto per se —que sea transgénico, híbrido, seleccionado o poliploide—, sino de la técnica que se utilice.

Sea cual sea el producto, si se utiliza con irresponsabilidad, se corre el riesgo de que el organismo «escape» del cultivo y se asilvestre. Si hay mala suerte, se naturalizará, y si hay muy muy mala suerte, se convertirá en un organismo invasor. Y esto puede pasar con cualquier tipo de organismo; un organismo transgénico no tiene más ni menos posibilidades que un seleccionado.

Salvo que controlemos la reproducción del OT desde su propio genoma.

Por ejemplo. Si al OT le inducimos que no pueda dar una descendencia fértil, es decir, que las semillas que de la planta no sean fértiles, ni que otros propágulos como los granos de polen puedan fertilizar a otras plantas, nos quitamos un problema de encima. Ya no hay riesgo de que escape. Sigue habiendo un riesgo por competencia de variedades —ya que la planta silvestre que se hibride con el OT no podrá dar descendencia— pero ese riesgo es muy inferior al anterior, y además sólo ocurre en lugares donde se cultive una especie verdaderamente autóctona.

Claro, existe otro problema. Dado que las plantas no pueden fabricar semillas fértiles, es necesario que el laboratorio en cuestión fabrique año tras año, nuevos lotes de la planta, con el consiguiente gasto de dinero, y el agricultor tendrá que comprarlas también, año a año. Aunque, que quede claro que NADIE obliga al agricultor a comprar una u otra semilla, y si no es así, ese problema no es de los OT, sino un problema político y social que nada tiene que ver.

Otro punto, por ejemplo, el de los transgénicos que sintetizan la proteína Cry, de antes. Si mi planta sintetiza su propia proteína Cry, yo no tengo que echarla al cultivo —ahorro de dinero—, y además, la toxina se queda en la planta y no se dispersa por el cultivo. Si por el contrario, yo tengo que verter el pesticida sobre el cultivo, el agua se llevará por arrastre las bacterias —que seguirán sintetizando la toxina— a otros lugares, que se reproducirán... ¿no es una forma de contaminar, esa?

Hemos visto que los OT no solo no son más perjudiciales para el medio ambiente que otras variedades, sino que, según los casos, pueden ser incluso más seguros. Pero eso no es todo.

Hay otros OT que se han creado con una simple misión: mejorar el estado medioambiental.

Existen plantas que han sido modificadas para ser capaces de retener metales pesados en sus tejidos, lo que nos facilita la ardua tarea de limpieza tras un desastre por vertidos, dejando el suelo limpio. Las plantas recogen los metales pesados, y nosotros solo tenemos que recoger las plantas y luego destruirlas adecuadamente —tarea mucho más sencilla que limpiar el suelo directamente—. 

También existen bacterias transgénicas que, literalmente, se alimentan de petróleo; aunque aún se encuentran en fase de investigación, estas bacterias serían especialmente útiles en la lucha contra las mareas negras; y cuando se acaba el petróleo, se acabó la comida: mueren de forma natural, pasando directamente a la cadena trófica.


Continuará...

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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Las mamonas que dan Omega-3

Los ácidos grasos omega-3 son una familia de ácidos grasos poliinsaturados, esenciales para el ser humano; eso significa que, si bien es necesario para el organismo, éste no es capaz de sintetizarlo por si mismo, y por tanto es necesario obtenerlo mediante la dieta.

Para ello, podemos alimentarnos de algunos productos que presentan una elevada proporción de este tipo de ácidos grasos en sus tejidos: el pescado azul y algunas semillas como las nueces o las de lino o calabaza son alimentos especialmente ricos en omega-3.
Ácido alfa-linolénico, un omega-3
(wikipedia)

No obstante, por motivos de comodidad y de tendencias en la vida moderna, y dado que la leche es un alimento que consume una gran parte de la población, algunos fabricantes han optado por enriquecerla con este tipo de compuestos.

El proceso que se realiza para ello, es la extracción de los ácidos grasos omega-3 de las fuentes —generalmente del pescado— y su inclusión en la leche pasteurizada. Pero algunos sectores consideran este tipo de acciones como inadecuadas, ya que se está añadiendo a la leche un producto de origen diferente y en ocasiones incierto.

De modo que a algunos investigadores se les ocurrió la idea de enriquecer la leche de forma natural, alimentando a los animales productores de leche con piensos enriquecidos en omega-3, para que de ese modo estos ácidos grasos pasaran directamente a la leche. Así dispondríamos de leche enriquecida con omega-3 desde el mismo momento en que sale de la ubre.

Sin embargo, en este caso, se encontraron con un nuevo problema: el estómago de los rumiantes tiene cuatro cámaras; una de ellas, el rumen, se encarga de la fermentación, y está completamente lleno de bacterias anaeróbicas. Éstas, aparte de su función principal de degradar la celulosa, llevan a cabo otras labores, y entre ellas está la biohidrogenación de los ácidos grasos, o lo que es lo mismo, transforman los ácidos grasos insaturados en saturados, incluyendo los omega-3. En otras palabras, los ácidos grasos omega-3 son transformados por la primera cámara del estómago de los rumiantes en ácidos grasos saturados. Y a la leche no llega ni gota de omega-3.

Sistema digestivo de un rumiante
típico (UNAD)
Esto no pasaría si el rumiante fuera bebé. En las primeras semanas de vida, cuando los rumiantes son lactantes, éstos poseen un pliegue funcional denominado gotera esofágica, que forma una especie de canal que permite el paso de líquidos desde el estómago directamente hasta el omaso y cuajar, que es la última cámara estomacal, y que no degrada los ácidos grasos. Ese canal sirve para que los líquidos que ingieren, es decir, la leche materna, no sufra el ataque de las bacterias del rumen.

Este canal se forma sólo durante la mama, ya que el pliegue se desarrolla por acción muscular, gracias al reflejo de la mama, de modo que cuando el animal mama, el pliegue está presente, y cuando no está mamando, el pliegue desaparece; en el momento en que se desteta al animal, el reflejo deja de actuar, y el canal ya no se vuelve a formar.

Eso vendría muy bien, porque si consiguiéramos que la cría lactante, que tenga el reflejo de mamar, pudiera dar leche, le podríamos alimentar con un suero rico en ácidos grasos omega-3, y éste se libraría de las agresivas bacterias del rumen. Pero claro. Un bebe no puede producir leche, ¿verdad?

Pero ¿podríamos conservar el reflejo de la mama en un rumiante adulto?

Eso es lo que se plantearon un grupo de investigadores del CSIC, encabezados por Miguel Angel de la Fuente. Y a pesar de lo mal que está la situación hoy en día, en su agónico estado de muerte inminente, el CSIC ha publicado ayer 5 de septiembre un comunicado que confirma el éxito.

Podéis leer aquí la entrada, pero en resumen lo que han logrado es que un grupo de cabras (rumiantes) mantengan el reflejo de la mama hasta la etapa adulta. Ahora, esas cabras adultas producen su propia leche, pero los investigadores les siguen dando de mamar. Y lo que les dan de mamar es, precisamente, un suero enriquecido con ácidos grasos omega-3. Esos ácidos grasos pasan por el canal de la gotera esofágica hasta el abomaso, y de ahí al intestino delgado, donde son absorbidos por el organismo; de ese modo, la leche que esas cabras producen, viene directamente enriquecida con estos valiosos ácidos grasos.

En concreto, en este estudio, «la leche obtenida mediante este nuevo método presenta un contenido en ácidos grasos omega-3, en concreto de ácido α-linolénico, del 13%, es decir, 10 veces más que cuando el alimento enriquecido transita por el rumen. Es un porcentaje de omega-3 inédito hasta el momento, que multiplica por 50 los valores habituales de ácido α-linolénico presentes en la grasa láctea procedente de rumiantes que no han recibido ningún suplemento lipídico»

Artículo: A. L. Martínez Marín, P. Gómez-Cortés, D. Carrión Pardo, N. Núñez Sánchez, G. Gómez Castro, M. Juárez, L. Pérez Alba, M. Pérez Hernández, and M. A. de la Fuente. Short communication: Feeding linseed oil to dairy goats with competent reticular groove reflex greatly increases n-3 fatty acids in milk fat. Journal of Dairy Science. DOI: 10.3168/jds.2013-7041

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lunes, 4 de noviembre de 2013

Organismos transgénicos: ¿... u organismos genéticamente modificados? (1)

No es un tema, el de los organismos transgénicos, que yo haya comentado mucho en este blog. Apenas un par de entradas han versado sobre el asunto, y mientras que uno de ellos lo trataba desde un punto estrictamente semántico, el otro era una mera transcripción.

Sin embargo, no deja de ser un tema que, sobre todo últimamente, está de candente actualidad, y un montón de gente habla —muchos de ellos, sin saber— sobre «los transgénicos».

También se escucha un montón de cosas sobre «agricultura ecológica», sobre «organismos modificados genéticamente» (OMG o OGM), sobre Monsanto, arroz dorado, berenjenas y maíz BT... y un montón de cosas similares.

Y ya va siendo hora de que escriba una serie de artículos (tres) sobre todo este mejunje de cosas, poniendo cada una en su lugar, y poniéndoles las etiquetas que les corresponden...
Parece que algunos exageran un
poquito, ¿que no? (Pais de locos)

¿Organismo genéticamente modificado u organismo transgénico?

Sobre todo desde el grueso de la población general, aunque también algunos sectores que pretenden estar especializados en estos temas, existe la creciente creencia de que estas dos cosas son lo mismo, de que se refieren a los mismos organismos. ¿Es así? Vamos a definir.

¿Qué es un organismo transgénico?

Un organismo transgénico (desde ahora OT) es aquel al que, mediante procesos naturales o técnicas artificiales in-vitro, se le ha introducido uno o varios genes que pertenecen al genoma de otra especie diferente. Generalmente el número de genes introducido es menor de cinco, son genes muy bien definidos, cuya función es de sobra conocida, y con el cual se pretende mejorar el organismo de alguna manera, para que produzca o deje de producir algún componente.

Por ejemplo, si nosotros aislamos el gen humano que fabrica la insulina y lo introducimos en una bacteria, ésta «aprenderá» a fabricar insulina (que tiene ventajas sobre el uso de personas: es mucho más fácil de reproducir, desarrollar, multiplicar, y con la que es mucho más fácil experimentar e investigar,  además de las implicaciones éticas). Esa bacteria podremos utilizarla para obtener insulina, que será molecularmente idéntica a la humana, lo cual será muy útil para tratar, por ejemplo, la diabetes.

Arroz dorado. (Antamara)
Otro ejemplo. Si nosotros aislamos un gen que fabrique ß-caroteno (precursor de la vitamina A) y lo introducimos en una parte del genoma de la planta del arroz —una parte que sólo se exprese en las células de la semilla— obtendremos semillas de arroz (o granos) con un alto contenido en vitamina A. Esto puede ser realmente útil en lugares donde la alimentación tiene ese cereal como alimento primario, y donde por circunstancias climáticas, las fuentes de vitamina A son muy escasas. 

Un ejemplo más. Sabemos que la toxina denominada Cry, procedente de la bacteria Bacillus thuringiensis, es tóxica para los insectos, aunque es inocua para los mamíferos. Es tan cierto esto, que las esporas de esta bacteria se utiliza en la agricultura ecológica —ya hablaremos más adelante de ella— como pesticida, para eliminar a los insectos patógenos del cultivo. Sabemos cuál es el gen que sintetiza la proteína en cuestión (aunque son varios genes, levemente diferentes, que afectan a diferentes insectos según cada caso, pero... por simplificar). Si aislamos ese gen, y lo introducimos en la planta que queremos plantar, por ejemplo, en berenjena o en maíz, listo. Si además, lo introducimos en una sección de la cromatina que sólo se exprese en la raíz, el tallo y las hojas, pero no en los frutos ni semillas, ya lo tenemos. Tenemos plantas que fabrican la toxina por si mismas, pero que sólo afectará a los insectos que ataquen a dicha planta —porque la proteína se queda en sus células—. Además, aunque sabemos que es inocua para el ser humano, no va a haber ningún problema con posibles alergias, porque la proteína no se encontrará en los frutos ni las semillas, que es la parte que nosotros los humanos vamos a comer. ¡Y ya no necesitaremos echarle las esporas de la bacteria!.

Y como he dicho al principio, el proceso puede suceder de forma natural. Exacto, hay organismos que, sin la intervención humana, adquieren genes de otros seres vivos. Un ejemplo de esto es el boniato, que es un organismo transgénico, cuya transgénesis es perfectamente natural.

Esos son cuatro ejemplos reales (insulina, arroz dorado, berenjenas y maíces BT y boniatos) de OT. 

¿Y qué es un OGM?

Literalmente, es un organismo que ha sufrido una modificación genética, entendemos que de forma artificial.

¿Y qué es una modificación genética artificial? Pues sí, por ejemplo, la transgénesis in vitro es un tipo de modificación genética —no así la natural—. Pero no es el único. Realizar una selección artificial de una serie de plantas, realizar cruzamientos entre los que me gustan, y sembrar el resultado que me gusta, y hacerlo durante generaciones, conlleva acumular cambios evolutivos —en un proceso de evolución artificial—. Esos cambios se reflejan en el genoma de la planta que estás seleccionando. Al cabo de unos cuantos años —y la humanidad lleva más de diez mil haciendo esto— terminas acumulando tantas modificaciones genéticas que la planta que obtienes es radicalmente diferente a la planta silvestre original. Esos cambios pueden ser de varios miles de genes —en ocasiones, más de diez mil—, que son muchos, muchísimos más que los cambios generados mediante el proceso de transgénesis.

Comparando el maiz silvestre original (izquierda) con el maíz moderno.
¿Se nota la modificación genética de los últimos milenios? (La ciencia y sus demonios)
¿Y las poliploidias? ¿Y las hibridaciones? ¿No son acaso modificaciones genéticas también? Un poliploide es un organismo que presenta varias copias duplicadas de sus cromosomas; un híbrido es un organismo que presenta medio genoma de una especie, y medio genoma de otra distinta. Esas modificaciones son muy superiores a las llevadas a cabo por la selección artificial, y mucho mucho más por tanto, de los organismos transgénicos.

De modo que, si bien es cierto que los organismos transgénicos son organismos genéticamente modificados, no solo es falso que sean los únicos, sino que, comparativamente, los transgénicos están mucho menos modificados de su planta origen (recordemos que son entre 1 y 5 genes) que cualquier otra técnica de modificación (que va entre los varios miles de genes y el 50% del genoma completo).

En resumen. Todos los OT son OGM, pero no todos los OGM son OT. La mayor parte de lo que nos comemos ha sido artificialmente modificado —con excepciones puntuales como las frutas que obtenemos directamente del medio natural, la pesca y la caza, cuyas modificaciones, de haberlas, han sido pocas e involuntarias—.

Continuará...

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